Un hecho. perdido ya en
los oscuros arcanos del túnel del tiempo.
Todavía no estaba
construida la Plaza Mayor ,
tan siquiera Madrid era capital y la Reconquista proseguía en su última etapa.
El rey Alfonso XI, que ya
poseía señorío sobre Madrid, había ordenado alzar mesnadas para acudir al sitio
de Algeciras. El lugar de la concentración, más o menos, donde se expande en
la actualidad la calle del Siete de Julio. A los mozos que se aprestaban para marchar
se unían las lágrimas de las madres, de las novias y de las hijas de los que
iban a partir, que se elevaban en clamor de duelo.
-¡Con qué tristeza lloran
las madrileñas! ¡Con qué amargura! -exclamó el Arzobispo de Toledo, testigo de tanta
aflicción.
Amargura, precioso nombre
para una calle que luego lo cambiaría por una fecha, relativa a la lucha entre
absolutistas y liberales, auténtico e interminable match tenístico, uno entre tantos de los que nos regaló el pasado
siglo.
127. anonimo (madrid)
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