La famosa torre
sevillana, que tiene gran prestigio en la tradición y la leyenda, conserva el
recuerdo de sus airosas formas morunas, como las de sultana que aguardaba una
cita amorosa en la ribera del Guadalquivir. Toma el nombre de «Oro» porque de
ese color eran los cabellos de una dama bellísima, a quien el rey don Pedro
tuvo encerrada en la torre, aprovechando la ocasión de que el marido de la dama
estaba en la guerra.
La dama de los cabellos
de oro, por guardarse bien de las tentaciones del mundo, se había encerrado en
un convento, aguardando la vuelta del marido para dejar la clausura.
Sucedió que el rey, para
el cual no había clausura en los conventos, vio un día a la dama de la
cabellera de oro, cuyas trenzas, por lo abundantes, no podía ocultar en la toca
monjil, y se enamoró de ella. Era una santa la monja, y se consideró perdida
porque don Pedro era un hombre que lo que quería, hacía, y valiéndose de la
fuerza que le daba el ser rey, la sacó del convento y la encerró en la torre.
La dama no pensó jamás en
quitarse la vida, pero sí en sacrificar su hermosura. Lo primero que hizo fue
cortarse su bellísima cabellera, de aquel oro tan condiciado por el rey, y
después pensó en arrojarse a la cara un frasco de vitriolo.
La dama estaba tan bien
guardada en la torre, que le fue imposible adquirir el vitriolo, y como se
valiese de una mujer que estaba a su cuidado para conseguirlo, ésta, en lugar
de proporcio-nárselo, se lo contó todo al rey don Pedro. El monarca se puso
furioso al conocer la horrible resolución de la prisionera. Abusó de la pobre
dama indefensa, y ésta volvió al convento; pero no a esperar a su marido, sino
la muerte, que no tardó en llegar, y que fue más humana que don Pedro.
El marido no llegó a
verla ni viva ni muerta. Agraviado y ansioso de venganza, fue a reunirse con
«el Bastardo», un hermano de don Pedro, cuando los dos hermanos se hacían una
guerra de exterminio.
El fin de don Pedro fue
desastroso, como todos sabemos.
099. anonimo (andalucia)
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