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jueves, 16 de agosto de 2012

Supersticiones terapéuticas

La medicina de la campaña parte del aforismo popular de que los remedios de botica pierden su eficacia fuera del pueblo; por eso, en el campo, hay que recurrir a otra clase de agentes terapéuticos.
Naturalmente los payés son 108 remedios por excelencia; pero como la humanidad no se resigna fácilmente a esperar la acción sobrenatural sin la ayuda de algo positivo, tiene que satisfacer esa necesidad empleando una cantidad de substancias, algunas por demás estrambóticas.
No me he ocupado en recoger datos sobre el empleo de los vegetales, porque en su mayor parte están contenidos en la conocida obra del Hermano Montenegro, y casi todos se usan sin carácter supersticioso, si, exceptuamos la lima agria que sería un sánalo-todo, siempre que fuera recogida a las doce de ia noche de un Viernes Santo.
Los remedios animales son de lo más disparatado, lo que, por otra parte, no es de extrañar, puesto que en la farmacopea europea se empleaban muchos otros semejantes sin que se ruborizaran ni los que los ordenaban ni los que los expendían.
Algunos de los que aquí indico eran usados por los mismos españoles en la época colonial, como la pezuña del Anta (Tapirus Americanus), que se tomaba raspada o pulverizada en forma de te en  cualquier cocimiento aromático, ya fuera para el mal de corazón, ya para detener la hemorragia consecutiva de un parto.
Para esto último se tenían por muy eficaces las arañas que se encuentran almacenadas en los ni. dos de barro de la avispa albañil (Pelopeus figu,. lus), conservadas en alcohol de caña.
 Un barbijo o barboquejo de cuero de tigre, cura las torceduras de aire del pezcuezo.
Un emplasto de tres moscas pisadas con cera virgen hace madurar la parte donde se ha introducido una espina, facilitando, por lo tanto, su extracción.
El cuero del ratón, pelado y fresco, aplicado a una herida de bala, permite la extracción de ésta; pero el gran remedio es tener una "contrabala", formada por un objeto similar de cera virgen con la punta de asta detoro.
El mismo cuero de ratón puede servir para hacer correr un tumor de un lado a otro, y los polvos de este animal asado son excelentes para el empacho.
La mordedura de serpiente se cura cortando el grueso de la cola de ésta y aplicando la carne viva sobre la herida: la carne se pone verde por la absorción del veneno. Este remedio es usado también por los indios Vilelas del Chaco.
Nada diré del empleo de las grasas de los diferentes animales, tan difundido en todas las poblacianes rurales y en la terapéutica colonial, tan amiga de untas y de emplastos; solo apuntaré que la grasa del cuervo. negra (Cathartes urubitinga), el ave basurera por excelencia, que tiene un olor imposible, sirve para friccionar a los variolosos.
A estas pobres enfermas se les administra también brebajes conteniendo el famosa azúcar del campo, o excremento blanco de perro.
Para precaverse de esta enfermedad se aconseja a las sanos vacunarse directamente can las pústulas de los enfermos o acostarse a su lado.
Contra las epidemias, es muy común en Misiones, como en el Estado de Río Grande del Sur, ver sobre los ranchos y las puertas de las corrales pequeñas cruces de madera, que son colocadas  allí como preservativos de las epidemias, tanto en las personas como en los animales.
                          
Extraído del libro Supersticiones y Leyendas de Juan B. Ambrosetti Edicion 1912

015. anonimo (argentina-misiones)


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