El caburé o cabureí es un pájaro de la región
chaqueña de gran ascendencia sobre las demás aves de la selva.
Se dice que a su llamado acuden todos los pájaros de
la floresta entre los que elige su víctima.
Esta triste fama del caburé ha servido para que la gente le atribuyera
poderes desconocidos y utilice sus plumas como "payés" o amuletos,
para obtener ventajas espirituales y materiales, suerte en el amor, en el
juego, en la guerra, etc. Es creencia. que esos amuletos colgados sobre el
pecho, dan un poder irresistible a quien los lleva.
En esta larga guerra entre Dios y el Demonio que
culminará en el Juicio Final, sucedió una vez que Tupang (Dios), Qreó un
hermoso pájaro, Señor y Rey de los cantores. Lo hizo magnífico, como todas sus
creaciones, deslumbrante, y de voz maravillosa, para que las demás avecillas,
en un anhelo de superación emularan entre sí para alcanzar su voz, su porte y
donosura.
Pronto el caburé difundió el sortilegio divino de su
voz, hechizando con su canto a todos los moradores de la selva que le rodeaban,
embelesados, dominados por la magia de sus trinos.
Así fue el caburé en un principio y así le
conocieron generaciones y generaciones de aves de la selva y la floresta.
Pero el Rey de los cantores tenía un talón de
Aquiles, un punto vulnerable como todos los elegidos. No debía ser sorprendido
durante el sueño a solas. Pero una noche, por conjuro de los hados negros, el
hermoso cantor se encontró solo en la espesura. Había
desgranado todo el día el concierto prodigioso de su voz, y fatigado, quedó
dormido. Aprovechó Añang esta ocasión única y le introdujo el maleficio.
Al día siguiente el caburé ya no era el mismo. Su
voz había degenerado y su mansedumbre se había trocado en ansias incontenibles
de crimen. Ya no cantó más para embelesar. a las avecillas de Dios, sino para
elegir su presa. Este cambio psíquico, trajo también lentamente su cambio
físico. El caburé, pervertido, criminal, maldito, perdió sus hermosas formas
tomando un aspecto vulgar. Pero las humildes avecitas de la selva, por efecto
todavía de aquel influjo mágico que Tupang le dió, acuden a su llamado fatal,
donde pagan con la vida su devoción a la melodía y la belleza…
037. anonimo (guarani)
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