Existió en China una región donde todo era abundancia
y riqueza. Los hombres se volvieron egoístas y perezosos, y empezaron a
despreciar a sus dioses de forma que éstos se enfadaron y decidieron
castigarlos.
Y resultó que los caballos empezaron a caminar
erguidos, como si fueran humanos, mientras que los hombres comenzaron a andar a
cuatro patas, como hacen muchos animales...
Los niños trepaban a los árboles como monos y los
simios se adueñaron de las cunas; las fieras eran devoradas por animales
pacíficos y los viejos jugaban como niños mientras que los jóvenes se pasaban
el día sin hacer nada.
Así ocurrió durante toda una generación, hasta que los
hombres compren-dieron que habían faltado a sus dioses y, arrepentidos, recuperaron
la tradición de adorarlos. Sin embargo, todavía hoy se llama a aquella región «el
jardín de la locura».
0.999.3 anonimo leyendas,
No hay comentarios:
Publicar un comentario