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lunes, 4 de noviembre de 2013

Glosario del litoral

Abatí. Maíz (Zea mays).
Abipón. Tribu de etnia tupí-guaraní, habitante de la región oriental de Chaco y Formosa, sobre ambas márgenes del río Bermejo.
Aguaribay. Lit.: "gigante verde". Es el nombre guaraní del molle o turbinto, árbol de gran porte, muy común en toda la región tropical y subtropical de nuestro país.
Ahó-ahó. Lit.: "abrazar a los espíritus". Ademán ritual de los avá payé que consiste en abrazar el aire para aprisio­nar a los espíritus o fantasmas. Por extensión, espíritu o fantasma.
Antuk. "La sol". Son muchas las cosmogonías indígenas, en que el sol y la luna tienen sus géneros cambiados.
Añá. En la cosmogonía guaraní, el espíritu del mal, que se lleva a los infiernos a la gente que muere sin ayuda del avaré. También se le atribuyen todas las desgracias colec­tivas, como inundaciones, incendios de bosques, pérdidas de las cosechas, etc. Posteriormente, el advenimiento del cristianismo lo asimiló a Satán, el Diablo.
Añá-guazú. Lit.: demonio mayor; de añá, "diablo" y guazú, "grande".
¡Añá membüí! Lit.: "¡me lleve el diablo!" Expresión de con­trariedad.
Apyteré. Lit.: "los tonsurados". Nombre dado por los tupí­guaraníes a una tribu indígena hoy extinguida, que habi­taba ambas márgenes del río Iguazú, desde el Parque Na­cional Iguazú al oeste y Barra do Siemens al este. El nom­bre proviene del corte de pelo que llevaban, similar al de los antiguos monjes cristianos.
Araracá. Lit.: "cabeza del cielo". Guacamayo, papagayo. Ará-resá. Lit.: "la pupila del universo". Se utiliza como nom­bre propio femenino, equivalente al español Luz.
Atuá-rasá. Compañero, esposo.
Avaité. Lit.: "gente guaraní", término utilizado por los indivi­duos de esta etnia para diferenciarse de las tribus vecinas.
Aya-payé. Lit.: "el hombre de los hechizos". Sinónimo de avaré en lengua mok óit.
Avaré. Lit.: "antes hombre"; sacerdote, shamán guaraní. Barihuí. Especie de jején muy pequeño, que se reúne en ban­dadas en forma de nubes y puede ser muy peligroso si se sufren demasiadas picaduras.
Biguá. Pájaro de plumaje negro y opaco, de la familia de los somorgujos, muy frecuente en todo el litoral argentino. Erguido, alcanza los 50 a 60 cm de altura y 1,20 m de en­vergadura; de cuello arqueado, cabeza pequeña y aguzada y patas palmeadas, es un gran zambullidor, recurso que utiliza para capturar peces y caracoles acuáticos que cons­tituyen su alimento.
Birimbao. Instrumento de arco compuesto por una calabaza o "mate" como caja de resonancia y cuerda vegetal, oriun­do del Guayrá.
Boniato. Batata, camote, papa dulce.
Caab-potí. Flor silvestre. Se utiliza como nombre femenino. Cambalachear. Comprar o vender mediante el sistema de trueque.
Cancha. Vocablo adoptado del quechua que significa "cam­po" o "espacio abierto".
Canchado. Derivado del quechua cancha o kancha (campo abierto) que alude a una técnica de secado de la yerba ma­te, tendiéndola en lugares despejados, para luego proceder a su picado a machete.
Camoatí. (Vespa brasiliensis.) Variedad de avispa que constru­ye grandes nidos de una especie de papel hecho con corte­za masticada y un adherente segregado por ellas mismas.
Camote. Batata, boniato.
Caryé. "El" Luna (véase Antuk).
Chamá. Deformación fonética del término "chamán", a su vez españolización de "shamán", vocablo originario de la meseta de Alta¡, en Siberia.
Chamoí. Nombre propio que significa" guía" o"líder".
Charque. Término tomado del quechua, que alude a una for­ma de preparar las carnes, mediante sal y secado al sol, de forma que permita su conservación.
Chipá. Especie de pan hecho con harina de mandioca, base
fundamental de la alimentación de los indios guaraníes.
Copal-kaurí. Resina fosilizada de pino kaurí, similar al ám­bar, que suele contener pequeños insectos encerrados en su interior.
Cururú. (Bufo blombergü.) Llamado también "sapo buey", y "rococo" en el Chaco salteño, es uno de los sapos más grandes del mundo, que alcanza hasta 25 cm sin contar las patas traseras. Es de color marrón rojizo en el lomo y par­do claro en el vientre, y se lo suele tener en las casas para mantenerlas limpias de insectos y roedores.
Dapitchí. Lit.: "los de antes"; antecesor, ancestro.
Gualicho. Hechizo, generalmente realizado con fines malé­ficos.
Guarepá. Guiso hecho con mandioca o ñame, abatí y, even­tual-mente, charque de ave, cordero o vacuno.
Guasú-birá. (Mazama rufa.) Llamada también corzuela roja, al­canza una altura de 65 a 75 cm a la cruz, y habita toda la re­gión del Impenetrable, hasta las estribaciones del Amazonas.
Guasuncho. Pequeña corzuela, muy codiciada por los indios por su carne suave y tierna.
Guayacá. Bolsita de piel o tela en que se llevan los talisma­nes y amuletos, generalmente colgados del cuello y en con­tacto con la piel del pecho.
Guayna. Joven casadera, especialmente si se trata de una he­redera de una familia encumbrada.
Gurí. (pl.: gurises.) Chico, niño.
Haiawú. Shamán, hechicero, en lengua mok-oit.
I-guazú. De I, "agua", y guazú, "grande".
Ijhá-yará. Lit.: "ancestros cercanos"; abuelos y bisabuelos.
I-kaá. Lit.: "hierba del agua"; junco, totora.
I-porá. Derivado de I, "agua" y porá, "duende protector".
sondú o I-sondú: de I, "agua", y sondú, "insecto"; término guaraní-mbyá que se aplica al movimiento ondulatorio que realizan las luciérnagas al volar sobre los claros de la selva, formando ondas similares a las del oleaje y, por extensión, también a estos insectos.
Itá-kuá. Lit. "caberna abierta en la roca". En la mitología guaraní, atraía a los hombres que intentaban acercarse, y los engullía, precipitándolos en un pozo sin fin, donde caían por toda la eternidad.
Itá-mará. Lit.: "piedra que daña". Arma formada por un tro­zo de obsidiana o cuarzo, tallada en forma de hacha, suje­ta con correas de cuero a un mango de madera dura.
Itá payé. Lit.: "piedra mágica"; talismán tallado de un trozo de magnetita o piedra imán, al que se debía alimentar periódi­camente. Probablemente la creencia de que "crecía por ali­mentación" se deba a que se le agregaban partículas de mi­neral de hierro, con lo cual la piedra aumentaba su volumen.
Jubá pireí. Enormes calabazas partidas por la mitad, que uti­
lizaban las mujeres guaraníes como enseres domésticos.
Kaá. Lit.: "hierba". Se utiliza el término como sinónimo de "yerba mate", arbusto conocido botánicamente como Ilex paraguariensis.
Kaá-jhü. Yerba mora.
Kaá-sí. De kaá, "yerba", y sí, "madre".
Kaá-yarí. De kaá, "yerba" y yarí, femenino de yará, "dueño".
Kahití. Nombre propio femenino.
Kaí. Mono.
Kancha. Véase cancha.
Kanyú. Paloma.
Kapü-katí. Llamada también "yerba cana", es una variedad de gramínea que, al secarse, adquiere gran flexibilidad y resistencia, muy usada para techar casas y para la confec­ción de escobas.
Karaivé. Apodo otorgado a los guías militares o espirituales.
Kario. Raza guaraní que habitaba la región limítrofe argen­tino-brasilera, en ambas márgenes del río Iguazú.
Kauré-í. Lit.: "pequeña prisionera". Pequeña ave de presa cu­yas plumas sirven como filtro de amor. (La leyenda de Kauré-í está incluida en el volumen Cuentos y leyendas ar­gentinos, del mismo autor y la misma colección.)
Koaijhú. Lit.: clavel del aire. Se utiliza como nombre feme­nino.
Kom. Raza considerada dentro de las guaycurúes, que poste­riormente fueron llamados "tobas", término que significa "frente" en guaraní. Este nombre le fue aplicado por los guaraníes a una rama de los guaycurúes, por su costum­bre de afeitarse esa zona en señal de duelo y fue adoptado posteriormente por la soldadesca invasora española.
Kom-pi. Individuo de la raza pilagá.
Kuarajhí. El sol; por extensión, también el fuego.
Kuarajhí-Yará. Lit.: "dueño del sol", aunque el término se utiliza también para describir a un enano negro o muy moreno.
Letanetá. Lit.: "dos corazones" en lengua kom-pi.
Macuto. Especie de bolsa de red que se lleva a la espalda, co­mo una mochila.
Mainumbí. Deformación fonética de mbaí-n-umbí.
Maloka. Casa comunal habitada por entre 300 a 500 perso­nas cada una. Las malokas se reunían en orevá que llega­ron a albergar hasta 2.000 o 2.500 personas.
Manacá. Lit.: "rasgar, romper". También azucena silvestre, planta trepadora de la familia de las liliáceas (Lilium mar­tagon) que tiene la particularidad de cambiar su color ba­jo la influencia de los rayos solares (fotocromía).
Mará-ne-í. Lit.: "virginidad", "pureza". Se utiliza como nom­bre propio femenino bajo la forma Maraneí.
Mbaeveraguá. Habitante de la mítica ciudad de Mbaeverá­-guazú.
Mbaeverá-guazú. Mítica ciudad sagrada de los guaraníes, a la que los antiguos shamanes acudían anualmente, para abrevar en la fuente de la sabiduría, emplazada en un lu­gar desconocido para los profanos.
Mbaí-n-umbí. Lit. "pequeño pájaro irisado". Picaflor de la especie Calyptes helenae. Muy numeroso en la selva co­rrentina y misionera, es una de las variedades más peque­ñas de estos diminutos seres, de sólo 5 o 6 cm de largo, de los cuales el pico y la cola representan más de la mitad.
Mbaracá. Maraca. Calabaza o porongo con cuentas o semi­llas dentro, que se usa como acompañamiento rítmico. Por extensión, todo instrumento musical de percusión que acompaña una canción.
Mbaracayú. Lit.: "el que toca el mbaracá".
Mbocayá. Cocotero.
Mboí. Víbora, serpiente.
Mboreijhü. Tapir, anta (Tapirus brasiliensis).
Mboreví-rapé. Lit.: "cabeza de tapir". La Vía Láctea.
Mburucuyá. (Passi flora incarnata. ) Llamada también "pasiona­ria" o "flor de la pasión", es uno de los especímenes más ex­traños y hermosos de la flora argentina y sudamericana. Li­teralmente, significa "la mujer (o la esposa) del mburuvichá".
Mburuvichá. Jefe, cacique regente de una orevá. Por extensión, hombre sabio de grandes dotes morales y físicas.
Mbyá. Tribu guaraní del norte de Corrientes, Misiones y re­gión oriental de Chaco y Formosa.
Membü-raü. Lit.: "pequeño hijo".
Mok'oit. Mocoví, tribu de origen guaycurú, habitante del Chaco y Formosa oriental, fundamentalmente en ambas márgenes del Pilcomayo, en las proximidades de su desa­güe en el río Paraguay.
Muá-muá. Lit.: "titilar", "brillar y apagarse alternativamen­te", como una luz; por extensión, luciérnaga, cocuyo.
Muá-yaryic. De muá, "luciérnaga", y yaryic, "genio", "espíri­tu protector".
Ñacaniná. (Ciclagras gigas.) Culebra de color amarillo y ne­gro, de entre dos y cinco metros de longitud, cuyo veneno presenta características de sedante y de la que se dice que succiona la leche del ganado y de las mujeres.
Ñandú-atí. Lit.: "el sendero de los ñandúes". La Vía Láctea.
Orevá. Lit.: "nosotros exclusivamente". Estaban integrados por 10 a 15 malokas entre las que se distribuía toda la gen­te de la tribu, comandada por un rubichá.
Oyampí. Nompre propio femenino.
Payé. Hechizo, encantamiento. Por extensión, hechicera o hechicero.
Peteque peteque. Especie de tambor tallado en un tronco, ge­neralmente de guatambú, al que se ahueca hasta darle un sonido especial, que puede ser oído a muchos kilómetros de distancia
Pilagá. Tribu comprendida dentro de la rama lingüística guaycurú, habitantes de la región nororiental de Formosa y el oeste de Misiones.
Pimpin. Tambor ritual mataco, confeccionado con un solo tronco ahuecado y un parche de piel de anta o carpincho, que produce un sonido muy grave y poco estridente.
Pombero. Según la acepción más frecuente, derivado del tér­mino mbyá "pomberiar", que significa "espiar"o "acechar". Se asume que de allí deriva también el término bombero con que los aborígenes de la pampa húmeda definían a los guerreros que salían en avanzada a espiar los fortines y las estancias para preparar los malones.
Porá. Representa el contenido mágico de las cosas; por ex­tensión, se aplica a los duendes protectores de las cosas, como yerbatales, sembrados, lugares, etcétera.
Pyi-ragüé. Lit.: "patas velludas" o "patas de lana".
Pyratá. Lit.: "hombre indestructible"; se aplica a los grandes jefes guerreros y a aquéllos que no pueden ser afectados por la magia.
Raído. Atado de ramas con hojas, de alrededor de cien kilos, que los tareferos preparan para llevar la yerba al canchado. Rubichá. Jefe de una orevá.
Saguaypé. Sanguijuela.
Sa-guazú. Lit. "ojo grande"; de sa "ojo", "vista", y guazú, "grande".
Tapá-yuí. Combinación de raspador y cuchillo tallado en hueso de anta endurecido al fuego; se lo utilizaba princi­palmente para descarnar los cueros antes de curtirlos.
Taragüí. (Tupinambis texiguin; T. rufescens.) Lagarto llamado "overo" por su piel oscura (negra o roja) manchada de amarillo. En el campo se lo conoce también como "igua­na", aunque no pertenece a esta especie.
Tarefero. Peón encargado de la cosecha de la yerba mate y de . preparar los raídos.
Tatú. (Priodontes giganteus. ) Especie de armadillo que alcan­za hasta 1,50 m de largo, hoy prácticamente extinguido.
Tendótara. Jefe de guerreros, líder militar.
Terecó. Venero. Fuente que brota a borbotones.
Terero-piá. Flauta hecha con una caña hueca, que produ­ce un sonido muy suave y dulce, similar al de la flauta traversa.
Teyú. (Teius teyou cyanogaster.) Pequeña lagartija de lomo azul metálico, cuello anaranjado y vientre blanco, muy co­mún en el litoral mesopotámico.
Timbó. Árbol de la familia de las leguminosas, muy corpu­lento y frondoso, cuya madera utilizaban los guaraníes pa­ra hacer canoas.
Tipiog. Tapioca; harina de mandioca utilizada para hacer sopas y panes. Por extensión, los productos que se hacen con ella.
Tipoy-yeguá. Túnica, generalmene blanca o de colores cla­ros, usada por las jóvenes doncellas, como símbolo de su condición núbil.
Tovayá. (Fem. tovayá-é.) Cuñado o concuñado.
Tupá. Amo de la lluvia, el rayo y el trueno, Ser Supremo de la mitología guaraní.
Urunday. (Astronium urundaeva.) Árbol de gran porte, cuya madera dura e imputrescible se utilizaba cuando se reque­ría mucha resistencia.
Urutaú. Ave nocturna de rapiña, cuyo nombre proviene de la onomatopeya de su grito.
Utaré-payú. Lit.: "danza del conocimiento", en la que los jó­venes buscaban a su pareja para luego escapar juntos a la selva.
Yací. La Luna.
Yací-i. Lit.: "luna nueva"; se utiliza como nombre propio fe­menino.
Yací-iretá. Lit.: "el país de la Luna".
Yací-ñemoñaré. Lit.: "descendiente de la Luna". Yací-Yateré. Lit.: "hijo de la Luna".
Yaguareté. Nombre dado por los guaraníes al jaguar (Felis onIpa), un felino de gran tamaño de las áreas tropicales de América del Sur.
Yará. Véase yaryic.
Yaryic. Genio ancestral, convertido en duende tutelar de una especie.
Yataí. Especie de palmera. Por extensión, enrejado de ramas cubierto con hojas de esas palmeras, en las que se colgaba la carne para hacer charque.
Ybí-atí pané. Lit.: "Cerro de la Muerte".
Ybirá-yará. Lit.: "el dueño (o ancestro) de las flores".
Yeguacá. Joya, adorno.
Yica. Especie de tejido de fibras vegetales con el que pueden confeccio-narse bolsas, ropas o mantas.
Ysapí. Lit.: "árbol del rocío"; existen diversas opiniones sobre la especie de que se trata realmente, aunque se lo identifi­ca principal-mente con la pita o ágave (Machaerium fertile), que durante la floración segrega una espuma blanca que cae como una fina lluvia.
Y-yará. Véase Y-yaryic.
Y-yaryic. Es el Padre del Agua de los apyteré, equivalente al Y­yará de los guaraníes. Puede adoptar diversas formas, aun­que sus descripciones más comunes son en forma de fla­menco, biguá, o un enano pelirrojo de larga barba blanca. En su forma de flamenco suele acercarse a las jóvenes, a las que reduce de tamaño con sus hechizos, para raptarlas.

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