Parecido
a un caballo corriente, pero de largo hocico, con patas en forma de aletas y
una firme cola propulsora, semejante a la cola de un pez, los Caballos Marinos
habitan en gran cantidad en los mares frente a la Costa Occidental
de la Isla Grande
de Chiloé. Se alimentan de algas marinas, especialmente de luche y cochayuyo,
por lo cual se explica su color verdoso amarillento oscuro.
Sólo
los Brujos pueden ver a los Caballos Marinos, y por eso son ellos quienes
pueden aprovechar los servicios de estos hermosos animales.
Como
es sabido los Brujos tienen la capacidad de volar, ya sea usando el Macuñ, o
transformándose en algún tipo de ave. Sin embargo las leyes de la Brujería, le
impiden utilizar estos métodos para llegar al Caleuche, del cual forman una
importante parte de la
tripulación. Para abordar el Caleuche sólo se le autoriza
usar a los Caballos Marinos como medio de transporte.
Durante
los recorridos del submarino del Caleuche, los Brujos aprovechan la oportunidad
para elegir Caballos Marinos de su grado, a los cuales le colocan su marca para
que el animal quede en forma permanente a su servicio.
Cuando
el brujo necesita viajar en el Caballo Marino, se acerca a la orilla del mar y
lanza cuatro silbidos especiales. Con el último silbido, aparece el Caballo
marino siempre fiel y atento al llamado de su amo, el cual se acerca al brujo,
entonces éste lo enlaza con una cuerda hecha de sargazo y le palmotea las
ancas, para luego subirse al suave lomo del animal. Luego el Caballo Marino se
desliza velozmente tras el Caleuche, dejando una estela en la superficie de las
aguas y adelantándose a cualquier otra criatura marina.
Cada
brujo puede tener más de un Caballo Marino. Los hay pequeños para uso personal,
y otros tan grandes que pueden transportar comitivas completas de 13 Brujos.
Los
caballos marinos tienen una corta vida de sólo 4 años y cuando mueren se
convierte en gelatina, que luego se disuelve en el mar.
0.029.3 anonimo (chiloe)
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