Con posterioridad, se seleccionaba a uno de los
presentes y se lo vestía cubriéndolo de pieles de guanaco con el pelo hacia
adentro, pintadas de blanco para personificar a Halpen. Coronando el traje, colocaban
un bulto que representaba un pez macizo con el diseño de una cara humana en el
frente. Halpen se había apoderado en el pasado de algunos seres humanos, cuyos
huesos pelados posteriormente caían del cielo. Además tenía la capacidad de
movilizarse con extrema rapidez.
Oculto a cierta distancia del poblado, comenzaba a
proferir alaridos y sonidos aterradores.
Las mujeres y los niños abandonaban con excitación
el caserío y las más valientes se acercaban para observar mejor. Al salir del
escondite, el espíritu corporeizado se presentaba ante aquellas con una actitud
de amenaza propia de su naturaleza.
La representación de Halahachish, también conocido
como Hachai (roca cubierta de liquen), contemplaba para el candidato un
vestuario comprendido por dibujos de color blanco principalmente, pero también
rojo. Le amarraban un arco pequeño sobre la frente que simbolizaba los cuernos
y le ocultaban la cara con una máscara blancuzca con agujeros destacados con
rojo para los ojos.
Hachai, una vez preparado, surgía de los matorrales
a cierta distancia del hain, realizando movimientos amenazadores con las astas,
resoplidos y violentos avances hacia las mujeres agrupadas frente al poblado.
Estas solían expresar sobresaltos que unos pocos hombres intentaban contener, pero
ellas corrían hacia el interior y se dejaban caer de bruces cubriéndose la
cabeza con sus vestidos.
Entonces el espíritu atravesaba el poblado rodeado
por algunos hombres ‑cuya presencia evitaba posibles acercamientos de las
mujeres‑ y regresaba al hain, previo aviso a las mujeres, para comprobar su
destino final.
Short era el visitante venido de las rocas, cuyo
único atuendo consistía en un recorte de piel blanquecina para cubrir su cara y
su cabeza, anudado por detrás. Los orificios situados a la altura de los ojos y
la boca se complementaban con un pliegue particular, que generaba una forma
semejante a una nariz larga que crecía hacia abajo.
A veces se representaban varios Short a la vez, cada
uno con una seña particular: un brazo largo y una pierna de color blanco;
manchas o rayas rojas o blancas combinadas con un poco de plumón gris,
semejando una roca.
Cuando las mujeres salían en procura de leña o
bayas, regresaban espantadas temiendo el peligro que representaba para sus
propias vidas el solo hecho de verlo.
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