El pájaro carpintero era un hermoso y orgulloso
joven y las mujeres se lo disputaban. La hija de un hombre llamado Siete
Estrellas compartía todas las tardes con él y finalmente se convirtió en su
novia. Tiempo después, decidieron casarse, pero él insistió en avisar al padre
de su prometida antes de proceder. La joven viajó a la constelación cubierta de
hielo, su hogar, para anunciarle aquella decisión. Siete Estrellas la escuchó y
le pidió garantías del amor y el cuidado que le brindaría el pájaro carpintero.
Además, le exigió que, para bienestar de la pareja, se respetara su figura como
suegro.
Entonces se casaron. Pero el orgullo del carpintero
lo llevó a desafiar a su suegro: se elevó hacia su constelación y retó sin
reparos a Siete Estrellas. Cansado de tanta ofensa, el suegro se enfureció y lo
persiguió desde las estrellas hasta el fondo del mar, atrapó al joven y lo
mantuvo cautivo aprisionándolo con un pez raya en la espalda. Su hija le rogó
por la liberación de su amado y le aseguró que cuidaría sus actos. Siete
Estrellas aceptó y le quitó al pez raya, y así dejó al descubierto el lomo
dañado del ave.
Los pájaros carpinteros llevan, desde ese entonces,
el lomo blanco como símbolo de condena.
056. anonimo (toba)
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