Guanina era
una india taina, hermana de Agüeybaná el Bravo, jefe de la tribu y de un grupo
de bravos guerreros, el cacique supremo de toda la isla de Puerto Rico. Guanina
significa en el lenguaje taíno: "Resplandeciente como el oro".
Los
conquistadores españoles se habían apoderado de la isla de Borinquén, que así
se llamaba entonces la isla de Puerto Rico.
En aquel
tiempo, un indio llamado Guarionex vivía enamorado de Guanina. Guanina era la
hermana del cacique supremo, o sea el jefe de todas las tribus de la isla.
Cada vez que
Guarionex veía a Guanina, el corazón le latía de tal manera que parecía que se
le quería salir del pecho. Cada vez que él la veía le declaraba su amor. Ella
no le correspondía porque vivía enamorada de un conquistador español llamado
Don Cristóbal de Sotomayor, alcalde mayor y fundador de un poblado al que había
bautizado con su propio apellido.
Guarionex,
lleno de odio mortal hacia Sotomayor, le gritaba: - ¡Don Cristóbal, uno de los
dos debe de morir! Tú no mereces vivir porque me robaste el amor de Guanina, y
yo no quiero seguir viviendo si me falta su amor.
Los indios
ya no podían soportar más el trato cruel de los españoles. Los indios taínos
los habían recibido con amistad y habían celebrado la ceremonia del guatiao (pacto
de fraternidad que sella-ban con el intercambio de nombres). Por eso al cacique
Agüeybaná también se le llamaba Don Cristóbal.
Los
españoles, haciendo caso omiso al pacto, se repartieron a los indios como
siervos. Los explotaban especialmente en los yaci-mientos de oro. Así
explotados, los indios anhelaban volver a ser libres. Una noche, celebraron un
areito (reuniones para celebrar sus fiestas, recordar tradiciones, y tomar
decisiones, sobre todo cuando era necesario resolver sobre una guerra). Esa
noche Agüeybaná y los taínos decidieron que los españoles tenían que morir para
ellos poder ser libres otra vez.
Guarionex
quiso el poblado de su enemigo mayor, que era Don Cristóbal de Sotomayor. Guarionex
no pudo matar a Don Cristóbal de Sotomayor porque en ese momento Sotomayor
estaba llegando al bohío de Agüeybaná donde Guanina le advirtió que se salvara
pues los indios se habían levantado en su contra.
Sotomayor se
fue con sus soldados a La Villa de Caparra para ver al Gobernador. Agüeybaná le
prestó a Sotomayor a unos Naborías para que lo ayudaran con la carga. Pero en
secreto les dijo que cuando empezara el ataque, huyeran con las vitualles.
Guanina no quiso dejar a Sotomayor huir solo y se fue con él.
Los indios
tainos los persiguieron y el ataque empezó. Sotomayor peleaba ferozmente con su
espada mientras los golpes de las macanas de los indios le iban abriendo
profundas heridas. En el momento de mayor peligro, Guanina se interpuso entre
Sotomayor y los indios y recibió en su cuerpo la herida mortal que iba dirigida
a su amado. En ese momento de distracción de Sotomayor, Agüeybaná aprovechó
para traspasarlo con su flecha. Cayó Sotomayor en los brazos de su amada
Guanina.
Agüeybaná
mandó a que los enterraran juntos, pero que a Sotomayor le dejaron los pies
fuera de la tumba para que no pudiera encontrar el camino a la tierra de los
muertos.
Poco después
los españoles rescataron los cuerpos y los enterraron, uno al lado del otro, al
pie de un risco empinado y a la sombra de una enorme ceiba.
Desde
entonces, los jíbaros dicen que cuando el viento agita de noche las ramas del
árbol frondoso, se oye un murmullo, que no es el rumor de las hojas, y se ven
dos luces muy blancas, que no son luces de luciérnagas o cucubano, sino los
espíritus de Guanina y Sotomayor que flotan, danzan y se funden, cantando la
dicha de estar unidos siempre.
Cucubano= insecto volador que despide una
luz azulada durante la noche
054. anonimo (taina)
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