Recogimos una versión de un
hombre mayor llamado Dante Montero, oriundo
de la provincia de San Juan, que nos aseguró que en su infancia se encontró
con la Pericana. Dijo
que él y un grupo de amigos descansaban
a la sombra de un árbol, y que de pronto, desde el lado de los viñedos se les apareció una
figura de dos metros de alto que echaba
fuego por los ojos y los amenazaba con un largo rebenque.
Uno de los temas de
conversación de los niños en ese momento era la Pericana y mientras
manifestaban su incredulidad acerca de la leyenda, se burlaban de ella y
decían, en tono de broma, que si se les llegaba a aparecer la iban a aporrear
entre todos.
Los niños, al ver esta aparición, se quedaron
tiesos e imploraron que no les hiciera daño con la firme promesa de no volver a
burlarse de ella. No obstante, la Pericana los azotó y les
dijo que nunca más quería volver a verlos andar solos en sus dominios y menos
a la hora de la siesta. Asi mismo, les
dijo que si llegaba a verlos nuevamente,
los llevaría a su cueva y los obligaría
a trabajar para ella por el resto de sus vidas.
015. anonimo (argentina-san juan)
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