En las sierras de Neuquén,
en la zona del Portezuelo, cuentan que un jinete montado en un caballo negro
galopa desde la cumbre hasta la ladera del cerro. Hace esto repetidas veces y
mientras cabalga grita y pronuncia palabras indescifrables.
Algunos lugareños dicen que
el sonido que emite es parecido al gruñido de un cerro. Su presencia coincide
con la llegada de los vientos más fuertes del invierno y se lo considera
augurio de mal tiempo. También se asocia su presencia con una de las formas que
adopta el diablo.
015. anonimo (argentina-neuquen)
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