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miércoles, 15 de agosto de 2012

El chon-chon

El chon chon es un ave nocturna muy parecida al lechuzón y forma parte de esa especie. Es de tamaño algo mayor que una paloma y su plumaje gris jaspeado forma bandas blancas y barrosas. Sus gritos intermitentes, semejantes a sordas campanadas, originaron su nombre: "chon chon", con el que se le conoce en toda la región del Sur. Los araucanos creen que alberga el Espíritu del Demonio y cuentan esta leyenda, que los misioneros han modificado sin quitarle empero su raíz primitiva.
"En épocas muy lejanas existió un "machi" poseedor de numerosos secretos naturales. En vez de aplicarlos en el alivio de sus semejantes se complacía en dañarlos, y en particular a los que gozaban de bienestar material y espiritual.
Dicen que fue tan feo como malo, y que su principal alimento lo constituía la sal. Anticipándose a su muerte, Huecuvú, cargó con él, llevando su alma a sus tenebrosos antros con el fin de convertirlo en su aliado. Le otorgó la facultad de transformarse en ave nocturna para volcar sobre la tierra sus artes de maldad. Desde aquel tiempo, hasta la fecha, todas las desgracias ocurridas en la cordillera fueron obra del" machi" malo; y solamente las personas que conocen por tradición las fórmulas para invalidar su funesta influencia, pueden evitar las desventuras.
Cuando el chon chon quiere causar un mal a determinada familia o persona, aletea por encima de la casa emitiendo sus gritos. Para ahuyentarlo se deben pronunciar las palabras redobladas. Se consigue asimismo evitar el daño si se le dice: " Ven a buscar sal mañana". Al día siguiente se presentará un indio muy viejo y feo, que tomará la sal y se alejará silenciosamente. Como el machi puede también dividir su personalidad entre varios ejemplares del ave descripta, y en esa forma ser causa de epidemias, se recurre a un rito, ejecutado frente al fuego para reunirlos, y luego quitar todo su poder con las palabras redobladas. Consiste esta ceremonia en golpear sobre los morillos y pronunciar en araucano esta oración: "Cupán chon chon, ilen chadi" (Ven chon-chon, te daremos de comer sal)…Al instante aparecerán aleteando sobre el lugar numerosos pájaros:
 En todos los casos, antes de pronunciar las palabras redobladas, se debe dibujar una estrella de siete puntas en cualquier lugar interior de la casa, que permita clavar un cuchillo en el centro de la misma. A esa estrella se le da el nombre de "firma de Salomón" o "Cruz de Salomón". Acto seguido se reza la oración, que tiene la virtud y el podé); de abatir las aves y mantenerlas prisioneras, mientras no se retire el cuchillo del centro de la estrella.
"Amigo, dígame una. Amigo se la diré: una no es ninguna, siempre la virgen pura. Amigo, dígame dos.
Amigo se las diré: dos son las tablas de la ley por donde pasó Moisés con sus doce apóstoles a Jerusalén; una no es ninguna, siempre la Virgen pura. Amigo, dígame tres. Amigo se las diré: tres son las tres Marías, dos son las tablas de la ley por donde pasó Moisés y una no es ninguna, siempre la Virgen pura.
Amigo, dígame cuatro. Amigo, se las diré: cuatro son los cuatro evangelistas; tres son las tres Marías, dos son las tablas de la ley por donde pasó Moisés y una no es ninguna, siempre la Virgen pura. Amigo, dígame cinco. Amigo se las diré: cinco son las cinco llagas, cuatro son los cuatro evangelistas, tres son las tres Marías, dos son las tablas 'de la ley por donde pasó Moisés y una no es ninguna, siempre la Virgen pura.
Amigo, dígame seis. Amigo se las diré: seis son las seis candilejas, cinco son las cinco llagas, cuatro son los cuatro evangelistas, tres son las tres Marías, dos son las tablas de la ley por donde pasó Moisés y una no es ninguna, siempre la Virgen pura.
Amigo, dígame siete. Amigo se las diré: siete son los siete sacramentos, seis son las seis candilejas, cinco son las cinco llagas, cuatro son los cuatro evangelistas, tres son las tres Marías, dos son las tablas de la ley por donde pas6 Moisés y una no es ninguna, siempre la Virgen pura."
Esta oracion, redoblada, conjura el peligro del Mal y no cabe duda que los jesuítas han tomado con exquisito tacto las "razones" que empleaban los araucanos en sus ceremonias parlamentarias (Hillatrún o Guillatún) donde se empleaba un juego de palabras muy parecido, carente desde luego de simbolismo cristiano

Vocabulario
Machi: hechicero
Huecuvú: demonio

014. anonimo (araucano), 

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