El chon chon es un ave nocturna muy parecida al
lechuzón y forma parte de esa especie. Es de tamaño algo mayor que una paloma y
su plumaje gris jaspeado forma bandas blancas y barrosas. Sus gritos
intermitentes, semejantes a sordas campanadas, originaron su nombre: "chon
chon", con el que se le conoce en toda la región del Sur. Los araucanos
creen que alberga el Espíritu del Demonio y cuentan esta leyenda, que los
misioneros han modificado sin quitarle empero su raíz primitiva.
"En épocas muy lejanas existió un
"machi" poseedor de numerosos secretos naturales. En vez de
aplicarlos en el alivio de sus semejantes se complacía en dañarlos, y en
particular a los que gozaban de bienestar material y espiritual.
Dicen que fue tan feo como malo, y que su principal
alimento lo constituía la
sal. Anticipándose a su muerte, Huecuvú, cargó con él,
llevando su alma a sus tenebrosos antros con el fin de convertirlo en su
aliado. Le otorgó la facultad de transformarse en ave nocturna para volcar
sobre la tierra sus artes de maldad. Desde aquel tiempo, hasta la fecha, todas
las desgracias ocurridas en la cordillera fueron obra del" machi"
malo; y solamente las personas que conocen por tradición las fórmulas para
invalidar su funesta influencia, pueden evitar las desventuras.
Cuando el chon chon quiere causar un mal a
determinada familia o persona, aletea por encima de la casa emitiendo sus
gritos. Para ahuyentarlo se deben pronunciar las palabras redobladas. Se
consigue asimismo evitar el daño si se le dice: " Ven a buscar sal
mañana". Al día siguiente se presentará un indio muy viejo y feo, que
tomará la sal y se alejará silenciosamente. Como el machi puede también dividir
su personalidad entre varios ejemplares del ave descripta, y en esa forma ser
causa de epidemias, se recurre a un rito, ejecutado frente al fuego para
reunirlos, y luego quitar todo su poder con las palabras redobladas. Consiste
esta ceremonia en golpear sobre los morillos y pronunciar en araucano esta
oración: "Cupán chon chon, ilen chadi" (Ven chon-chon, te daremos de
comer sal)…Al instante aparecerán aleteando sobre el lugar numerosos pájaros:
En todos los
casos, antes de pronunciar las palabras redobladas, se debe dibujar una
estrella de siete puntas en cualquier lugar interior de la casa, que permita
clavar un cuchillo en el centro de la misma. A esa estrella se le da el nombre de
"firma de Salomón" o "Cruz de Salomón". Acto seguido se
reza la oración, que tiene la virtud y el podé); de abatir las aves y mantenerlas
prisioneras, mientras no se retire el cuchillo del centro de la estrella.
"Amigo, dígame una. Amigo se la diré: una no es
ninguna, siempre la virgen pura. Amigo, dígame dos.
Amigo se las diré: dos son las tablas de la ley por
donde pasó Moisés con sus doce apóstoles a Jerusalén; una no es ninguna,
siempre la Virgen
pura. Amigo, dígame tres. Amigo se las diré: tres son las tres Marías, dos son
las tablas de la ley por donde pasó Moisés y una no es ninguna, siempre la Virgen pura.
Amigo, dígame cuatro. Amigo, se las diré: cuatro son
los cuatro evangelistas; tres son las tres Marías, dos son las tablas de la ley
por donde pasó Moisés y una no es ninguna, siempre la Virgen pura. Amigo, dígame
cinco. Amigo se las diré: cinco son las cinco llagas, cuatro son los cuatro
evangelistas, tres son las tres Marías, dos son las tablas 'de la ley por donde
pasó Moisés y una no es ninguna, siempre la Virgen pura.
Amigo, dígame seis. Amigo se las diré: seis son las
seis candilejas, cinco son las cinco llagas, cuatro son los cuatro
evangelistas, tres son las tres Marías, dos son las tablas de la ley por donde
pasó Moisés y una no es ninguna, siempre la Virgen pura.
Amigo, dígame siete. Amigo se las diré: siete son
los siete sacramentos, seis son las seis candilejas, cinco son las cinco
llagas, cuatro son los cuatro evangelistas, tres son las tres Marías, dos son
las tablas de la ley por donde pas6 Moisés y una no es ninguna, siempre la Virgen pura."
Esta oracion, redoblada, conjura el peligro del Mal
y no cabe duda que los jesuítas han tomado con exquisito tacto las
"razones" que empleaban los araucanos en sus ceremonias
parlamentarias (Hillatrún o Guillatún) donde se empleaba un juego de palabras
muy parecido, carente desde luego de simbolismo cristiano
Vocabulario
Machi: hechicero
Huecuvú: demonio
014. anonimo (araucano),
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