Esta es la historia de dos ratones enamorados Se
conocían desde que eran chiquitos, y siempre se habían amado.
Lamentablemente, el padre de la ratoncita no quería
saber nada con esa historia de amor, y le decía a su hija todos los días:
-¡Vas a casarte con el más fuerte del mundo, es decir,
con el sol!
Los ratones enamorados estaban muy tristes, porque no
había nada de lo que estuvieran más seguros en este mundo que de su
enamoramiento.
Entonces decidieron que tenían que ir a hablar con la
abuela del ratón, que era una ratona muy vieja que sabía muchas cosas.
La abuela escuchó a los enamorados les prometió que
hablaría con el padre. Se dirigió hacia la casa, y al encontrarse con él, le
dijo:
-¿Usted está seguro de que el sol es el más fuerte del
mundo? ¿Acaso no se esconde tras las nubes?
-¡Tiene razón! -dijo el padre, sorprendido.
Entonces... ¡se casará con una nube!
-Pero a las nubes las arrastra el viento -dijo la
señora.
-Ehhh... -El padre se quedó pensativo. ¿Se casará entonces
con el viento?
-No, porque un viento fuerte no puede atravesar una pared
bien construida.
-Me estoy volviendo loco -gemía el padre. ¿Deberé casar a mi hija con una pared?
-Tampoco. Porque nosotros los ratones atravesamos las
paredes de una forma con la que el viento ni sueña hacerlo.
-¡Pues ya está! Mi hija se casará con el ratón más
fuerte.
Y dicho esto, organizó una competición de fuerza entre
todos los jóvenes. El ratoncito enamorado no era ni de lejos el más fuerte de
todos, pero amaba tanto a su ratoncita, que se presentó en la contienda.
Cuando llegó su turno, le tocó pelearse ni más ni
menos que con el más fortachón de todos los ratones, que le sacaba como cinco
cabezas de altura.
Pero el ratoncito no se detenía ante nada, y una y
otra vez lo atacaba y lo atacaba, a pesar de que no lograba hacerle ningún
daño.
Al final, el ratón fortachón exclamó:
-¡Es imposible ganarle! ¡Su fuerza de voluntad es
invencible!
Y entonces el padre de la ratoncita gritó:
-¡No hay nada más fuerte en este mundo que estar muy
decidido! Ratoncito, puedes casarte con mi hija.
Entonces los ratoncitos enamorados se casaron y
vivieron más que felices para siempre.
Fuente: Azarmedia-Costard
0.040.3 anonimo (japon) - 020
No hay comentarios:
Publicar un comentario