Translate

sábado, 24 de agosto de 2013

Atalanta e hiopómenes

El rey Esqueneo de Esciros había educado a su hija Atalanta sin privarla de ningún capricho. La joven era una experta cazadora y se pasaba el día practicando, hasta el punto de que nadie se atrevía a competir con ella.
Pero a fuerza de matar animales, su corazón se había endurecido. Había terminado por parecer fría como el hielo y más dura que el acero de su espada y más cortante que las flechas que utilizaba para sus cacerías.
Con semejante carácter, había perdido muchos pretendientes y ya quedaban pocos hombres que se fijaran en ella.
Pero cierto día llegó al Olimpo Hipómenes, un joven valeroso de pasado desventurado.
Venus, compadecida de él, le entregó tres manzanas de oro del Jardín de las Hespérides y le aleccionó sobre cómo utilizarlas para vencer en una carrera a Atalanta cuyo premio era, precisamente, su mano. Él tenía que dejarlas caer distanciadas y ella volvería sobre sus pasos a recogerlas. Mientras tanto, el muchacho podría seguir corriendo, y así llegó vencedor para casarse con Atalanta.

0.999.3 anonimo leyendas -

No hay comentarios:

Publicar un comentario