Un niño se lamentaba ante
el féretro de su madre:
-¡Madre! ¡En adelante tu
hogar estará bajo tierra! Un sitio estrecho, desprovisto de todo. Pasarás frío
y no habrá pan que calme tu hambre. ¡Un lugar sin puertas, ni techo, ni olor a
comida!
Otro niño, que se
encontraba entre los asistentes, dirigiéndose a su padre, dijo:
-¡Papá! Me temo que esa
señora va a ir a nuestra casa.
0.084.3 anonimo (persia) - 013
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