Los tobas, los wichis y los pilagás conservaban la
antigua tradición de utilizar el chaca para mantener alejados los vagos
espíritus dañinos del monte; proteger el andar furtivo de los cazadores en la
arriesgada tarea de perseguir la presa; evitar el cansancio durante las
dificiles tareas; y prevenir las dolorosas y peligrosas mordeduras de
serpientes.
El chaca era una especie de collar
elaborado con selectas plumas de avestruz, adornado con fibras de cháguar,
semillas y piedras varias. Se llevaba ajustado a la pantorrilla o bien a la
altura de los tobillos.
Para los indígenas representaba un amuleto, una
fuente de protección.
056. anonimo (toba)
No hay comentarios:
Publicar un comentario